4.13 EL TATUAJE JAPONÉS (CSEC, POR SERAFÍN RABÉ)

Flash Roots Tattoo Granada

 

El estilo del tatuaje japonés* es posiblemente uno de los más conocidos e imitados del mundo entero. Pese a tener una historia milenaria, el tatuaje en Japón ha sobrevivido clandestinamente durante más de 1200 años. Fue prohibido a principios del 700 d.C. y no dejó de estar proscrito hasta 1948.

En cierta forma, puede que la ilegalidad del tatuaje fuera una ventaja en Japón en lugar de un inconveniente a la hora de madurar artísticamente. Una de las razones para ello es que en un régimen tan estricto como el japonés la persona que tiene intención de tatuarse no lo hace por un simple capricho.

La raza asiática en general tiene una concepción de la realidad y una filosofía muy desarrolladas, por lo que si un sector de esta sociedad se toma el tatuaje como algo tan espiritual y tan serio aún estando prohibido es porque detrás de ello hay un profundo significado y una necesidad interior que sobrepasa el riesgo a ser castigados en pro de la realización personal.

Además, la rebeldía es un instinto natural latente en todo ser humano, y en ocasiones cuanto más prohibitiva y disciplinaria sea la autoridad mayor será el grado de insurrección y el afán de libertad de los damnificados descontentos por la desigualdad entre clases.

 

Tattoo Geisha y perro fu shishi

 

Este es el caso de los yakuza* japoneses, que usaban el tatuaje tanto como reconocimiento del clan al que pertenecen igual que en las bandas occidentales y tribus indígenas de todo el mundo o como amuleto espiritual.

Los tatuajes de los yakuza consisten en una unidad que cubre todo el cuerpo hasta rodillas y codos o tobillos y muñecas. La parte delantera del cuerpo muy a menudo no está unida, sino que se da una pequeña separación entre ambas partes en el centro y el abdomen.

Esta separación refuerza el hecho de que el tatuaje sea una única unidad, es como si el tatuaje fuera un manto estampado con el que el coleccionista se cubre, dejando el elemento principal sobre la espalda y las nalgas, mientras que los elementos periféricos cubren muslos, brazos y pecho, el cual queda dividido por la abertura del centro.

Esta abertura también sirve para que cuando el portador de la obra lleve un kimono escotado su tatuaje no lo delate ante los agentes de la justicia. La forma y ubicación del tatuaje japonés tienen precisamente la función de permanecer ocultos cuando el coleccionista va vestido, aunque la piel que queda oculta esté completamente tatuada.


Tatuajes línea y sombra para la espaldaLas composiciones pictóricas de los orientales en papel o tela tienen una delicadísima forma de componer jugando con el vacío. Es tal la sutileza y la humildad innata que poseen que pueden pintar una pequeñísima parte del papel y dejar el resto en blanco y aún así el conjunto no solo no parece vacío o incompleto, sino que la atmósfera que envuelve las obras tiene tal efecto que nos atrae incluso más que los elementos representados.

Observar este vacío invita a la reflexión, al misticismo y a la comprensión. La carga filosófica de esta forma de componer para quien es susceptible a ella conlleva una vía de escape esotérica que está muy relacionada con las artes marciales.

La base de los estilos de lucha orientales se fundamenta en la disciplina del cuerpo y de la mente

. Si la capacidad física de los expertos en estas materias puede llegar a niveles sobrehumanos es porque la condición mental está también sobredesarrollada.

La esencia de la disciplina mental utilizada en artes especializadas como el Tai-Chi o el Yoga consiste en la total armonía con el entorno, llegando al punto inicial, a una fase cero que coincide con la creación de la consciencia propia a partir de la cual se construye la realidad.


Tattoo con sombrasMediante la meditación los practicantes de artes marciales son capaces de vaciar la mente hasta el nivel de no dar por hecho nada que no haya sido deducido por su propio razonamiento (en Occidente tenemos un homónimo muy conocido, René Descartes, que vio la “Luz Platónica” con su “Pienso, luego existo.”).

Digamos que para encontrar una respuesta a un dilema filosófico o existencial un maestro de la meditación deconstruye todo lo aprendido para poder analizar la realidad con mayor distancia y con la mente libre de tópicos o influencias externas.

Este es el mismo principio en que se fundamenta el vacío compositivo de las pinturas orientales, otorgando un papel tan importante al espacio en blanco como al resto de elementos, exaltando la nada y encontrando la belleza en la más pura simplicidad y austeridad.

 

Tatuajes japoneses en sombras grises

 

En el polo opuesto, los grabados y estampados orientales son de un barroquismo desmesurado. Es una variante compositiva más popular y es a su estilo tan profunda como la anterior. La estructura amalgamada de estas composiciones encuentra la fluidez y la soltura en la dirección que se le da a los elementos que las acompañan. Los fondos de agua, fuego, aire y nubes que acompañan a los elementos físicos de este tipo de obras marcan el ritmo y la armonía de la composición, dándole movimiento y evitando el estancamiento, la confusión y la pesadez que una obra demasiado cargada pueda tener.

Tatuajes de media manga brazoEn el siglo XVIII los ciudadanos acaudalados japoneses lucían unos preciosos trajes estampados de seda que no estaban al alcance de los pobres, por lo que estos empezaron a estamparse la piel sobre la zona que cubrirían estos pomposos trajes como señal reivindicativa de igualdad entre clases.

Al margen de todas estas causas, el mayor responsable del auge del tatuaje japonés del s. XVIII aparte del comercio exterior fue un libro, el “Suikoden”, libro chino del s. XII que a mediados del XVIII fue traducido al japonés y al cual se añadieron nuevas ilustraciones que fueron un éxito inmediato y duradero.

“Suikoden” narraba la historia de un grupo de bandidos muy tatuados que luchaban contra la opresión de una monarquía corrupta. La novela se convirtió en un mito y en un icono de la resistencia al tiránico régimen de Tokugawa que tenía vigencia en Japón.

Aparte de “Suikoden”, otra novela titulada “La vida de un hombre amoroso” que data de 1682 tuvo también una fuerte repercusión en la popularización del tatuaje japonés. En esta novela se narra el tatuaje como promesa de amor. Este tipo de tatuaje no era de cuerpo completo como el que ya hemos mencionado, sino que es una variante más pequeña y asequible, por lo que no era difícil ver estas promesas de amor entre todas las clases sociales. Uno de los tatuajes más habituales era el personaje “Inochi”, que simboliza la vida, junto a los nombres de los amantes.

También era frecuente ver lo que se conoce como “Irebokuro”*, que es cuando cada amante se realiza la mitad de un diseño, que queda completado cuando ambos están juntos. Los monjes y sus aprendices también eran allegados al tatuaje amoroso a partir de que comenzaran a alejarse de la doctrina confuciana que les prohibía tatuarse, aunque el amor que profesaban era hacia Buda, al cual dedicaban frases religiosas en su cuerpo.

 

Tatuaje bleach y flor de loto y de cerezo

 

La historia del prohibicionismo del tatuaje en Japón comienza en el s. VI d.C. por influencia de los chinos. En China el tatuaje era una práctica de bárbaros que se consideraba inmoral y estaba prohibida. La justicia utilizaba el tatuaje como forma de castigo, marcando con cruces, barras, líneas dobles o círculos en la cara, las manos y/o antebrazos, que eran las zonas más visibles.

TATUAJE GRANDE CHICAEl hecho de portar uno de estos tatuajes indicaba el tipo de delito que había cometido el criminal y la región donde lo había llevado a cabo. La vergüenza de llevar un tatuaje en China o Japón suponía la exclusión de la familia y de toda participación en la comunidad.

A partir del s XVII el tatuaje comenzó a popularizarse, por lo que el castigo fue reemplazado por otro tipo de penas, dado que los criminales comenzaron a taparlos con motivos mucho más decorativos.

El tatuaje artístico comenzó a desarrollarse en el s. XVIII en Edo, la actual Tokio, gracias a la proliferación de negocios de comercio y ocio en los alrededores del puerto de Nibonashi, donde nacieron las tres grandes materias de la cultura japonesa, el teatro (Kabuki), el teatro de títeres (Bunraku) y el estilo de lucha conocido como Sumo.

En la zona portuaria de Edo, en el distrito de Yoshiwara, se acogió también a artistas y editores. En estos tiempos los editores necesitaban ilustraciones para sus libros y los actores carteles para sus funciones, por lo que se desarrolló la imprenta en moldes de madera, usando una tablilla por cada color comenzando por la línea y el relleno negro. Esta técnica, cuyas estampaciones resultantes eran conocidas como ukiyoe (que en japonés significa “mundo flotante”), no permitía hacer degradados, sino que los colores habían de rellenarse con tintas planas. Los artistas de ukiyoe trabajaban para todo tipo de encargos, como el diseño de tatuajes.

He aquí el origen de que el estilo japonés se suela realizar con una línea tan gruesa y definida y con colores planos. El resto de características del tatuaje japonés son en gran medida logro de un artista muy popular de la época, Hokusai.

Tatuajes orientales para el interior del brazo

Hokusai (1760-1849) era eminentemente paisajista, y hacía estampas de paisajes japoneses que servían de postales, de recuerdo de los viajes de la clase trabajadora, y sus trabajos no solo recorrieron el país, sino que salieron de él cuando Japón abrió el puerto de Yokohama en el s. XIX y con él el mercado exterior. Hokusai mostraba un gran interés por el tratamiento del agua, por su movimiento y la forma circular de las olas. Su forma de representarla dio origen a uno de los elementos más reconocibles del tatuaje tradicional japonés. Su estilo también era muy particular en sus recreaciones de pájaros, peces, plantas y flores.

Podemos afirmar que Hokusai es junto a Utagawa Kuniyoshi (1798-1861) uno de los padres más influyentes del dibujo tradicional japonés, también conocido como “Wabori”*. Kuniyoshi fue el ilustrador más conocido de la traducción japonesa de la ya mencionada novela china “Suikoden”, y añadió a la temática de Hokusai elementos más populares como dragones, serpientes gigantes, guerreros y figuras religiosas.

Sus composiciones gozaban de un dinamismo nunca visto hasta la época, y fue incorporado a los diseños de tatuajes de inmediato. A mediados del siglo XIX el régimen de Tokugawa, que llevaba más de 250 años instaurado comenzó a quebrarse por problemas internos y por la presión que ejercía Occidente para que abrieran sus puertas al comercio exterior. Finalmente el dirigente (shogun) cedió a las demandas y desinstauró su longeva política de aislamiento.

Estampa de ukiyoe tatuaje tradicionalEl intercambio cultural con Occidente enriqueció notablemente al país. En 1867 se destituyó al último Shogun japonés y tras una corta guerra civil se reinstituyó el poder del emperador Matsuhito. El nuevo régimen instaurado endureció las leyes en contra del tatuaje, para no parecer salvajes a la vista de los extranjeros. Algunos maestros tatuadores japoneses abrieron en Yokohama estudios de tatuaje donde tatuaban a los marineros extranjeros, ya que tatuar a los nativos estaba fuertemente prohibido y castigado.

Pese a que los artistas de ukiyoe trataron de modernizarse incorporando conceptos como la tridimensionalidad, la perspectiva y el sombreado, los extranjeros estaban entusiasmados con el “Wabori”, el estilo tradicional autóctono. El estilo japonés fascinó de tal manera al mundo que acudieron a Yokohama a tatuarse personajes como el rey Jorge V o el zar Nicolás II. Los tatuadores japoneses seguían realizando trabajos clandestinamente a sus paisanos, pese a la terminante prohibición vigente.

El método de aplicación de la técnica del tatuaje tradicional japonés es más conocido como “Tebori”*. El procedimiento del “Tebori” se realiza con una serie de agujas montadas sobre una caña de bambú o madera. En ocasiones también se usa marfil, aunque es menos frecuente. La agrupación de agujas oscila entre las 1 y 12 para líneas (“Sujibori”) y entre 20 y 60 para el relleno (“Bokashi”). La tinta (“Sumi”) se elabora como casi todas con hollín, y el de mejor calidad que poseían los japoneses era el resultante de las lámparas de aceite de sésamo.

La técnica “Tebori” se aplica por punción directa sobre la piel. Las agujas van sujetas a la punta del mango, por lo general ligeramente inclinadas, y la forma de introducirlas en la piel era como se golpearía una bola de billar con el taco. Esta técnica necesita que la piel esté extremadamente tensa, y debido a que el manejo del “Sujibori” y el “Bokashi” requiere el uso de ambas manos por parte del tatuador, el estiramiento de la piel está muy limitado a la mano que dirigiría el palo de billar, que para un diestro sería la izquierda, ya que la derecha está a más de 20 cm de la piel realizando la función de empujar las agujas a un buen ritmo.

Dada esta discapacidad, resulta de mucha ayuda que el maestro tatuador utilice a uno e incluso dos aprendices para ayudarle a tensar la piel para poder trabajar con mayor comodidad.

 

Cómo se puede tapar un tatuaje viejo de un dragón con flores y geishas

 

La temática “Wabori” se basa únicamente en un limitado número de elementos, tales como dragones, carpas, fénix, samurais, figuras religiosas, templos y demonios. Estos elementos suelen ir acompañados de motivos florales con flores de cerezo, lotos, crisantelmos, cañas de bambú o nenúfares.

Tatuaje cover en el hombroLos elementos representados simbolizan alguna virtud que luego asume el coleccionista. Los fondos, predominantemente negros, representan las fuerzas de la naturaleza; tierra, agua, fuego y viento. El elemento tierra es el menos representado debido a que es el que otorga menos fluidez a la composición, y suele situarse bajo los pies de samurais o de un templo budista, con una línea gruesa incluso para su estilo.

Suelen ser rocas planas sin mucho detalle con un tono de un gris más claro que el negro de fondo, ya que al ser el único elemento sólido no se puede considerar fondo ni tampoco figura, sino que se utiliza para componer y precisa ir acompañado de un fondo compuesto por otros elementos que creen el efecto de movimiento.

Los cuatro elementos de la naturaleza representan virtudes de la personalidad humana, que el coleccionista asume junto con la virtud que ya representa la escena escogida. El elemento tierra añade al significado de la obra una metáfora de firmeza, fuerza de voluntad, seguridad y serenidad. En ocasiones en escenas de lucha las rocas están quebradas o hechas pedazos, este detalle puede indicar que la voluntad propia puede doblegar hasta la del enemigo más fuerte.

Si hay un templo sobre una montaña de rocas el significado puede interpretarse como que los cimientos de su fe y sus creencias son fuertes. Si junto a esto encontramos una cascada, podría significar que esta fe es la que le da la vida.


Tatuajes de brazo completo orientalEl agua es el elemento que más movimiento aporta al estilo “Wabori”. Las espirales y ondas clásicas son un claro ejemplo de caos organizado, ya que aunque se encrespen en todas direcciones los remolinos de los que nacen las olas llevan una continuidad respecto a la corriente que lleva el cauce. En un diseño tradicional japonés en el que el elemento predominante es el agua suelen apreciarse unas ondas oblicuas y oscilantes que representan la corriente del agua.

Cuando estas ondas ocupan la parte de fondo que les corresponde se marcan como una línea más, son una serie de líneas paralelas que crean una dirección ascendente o descendente del fluir del agua. De estas líneas parte el color negro de fondo que aviva el cromatismo de las figuras. Este fondo es negro en un 80% aproximadamente, un 10% degradado y el diez por ciento restante suele quedarse del color de la piel. La delgada línea virgen de piel que sobrevive al negro del fondo habitualmente y como señal de sutileza, cálculo y buen gusto sobrepasa los límites de su condición de fondo para imponerse al primer plano estricto que conforman las figuras evitando que haya absolutamente nada delante de por donde el caudal sigue su curso. Estas finas líneas paralelas no tatuadas dan una gran unidad y unidireccionalidad a la enrevesada complejidad del dibujo estilo ukiyoe.

En lo que se refiere al fondo, el negro plasma la profundidad y la presión del fondo del agua, y las líneas sin tatuar su superficie transparente y cristalina, con lo que crea un todo espacial desde las negras profundidades que no divisamos hasta el dinámico movimiento de algo tan puro como el agua que fluye tan generosa a pesar de su fuerza como para permitirnos ver a través de ella. De esta forma el estilo japonés sintetiza el espacio con mucho éxito mediante dos elementos tan simples como líneas blancas sobre fondo negro.

El agua simboliza la vida y el continuo fluir de la energía. Generadora de vida, es también muy respetada su bravura, su indomabilidad y su poder de destrucción cuando se enfurece, luego son atributos que también puede asimilar el portador del tatuaje. El sistema de representar las olas de los japoneses recuerda a sus amados “Kabuki” y “Bunraku” (teatro normal y de marionetas) por ser planos bidimensionales superpuestos, como las olas de atrezo de cartón o madera que se usan en teatro para simbolizar el mar. Las líneas sin tatuar son muy importantes, no solo para que la piel respire sino también para que la obra gane algo de tridimensionalidad y otorgando un movimiento muy fluido.


Dragon oriental japones con bola de cuatro estrellas en sombras hombroEl fuego es un elemento que también otorga vivacidad y sinuosidad al tatuaje japonés. Es representado con llamas que se bifurcan muy serpenteantemente sin excesivos degradados. La línea de contorno puede ser gruesa y sólida como en el resto del dibujo o en este caso a veces se hace menos marcada, debido a lo intangible del elemento. En el tatuaje autóctono japonés hoy en día también se suelen hacer muchos juegos de degradados jugando con el fuego en positivo y en negativo.

La forma de las llamas japonesas influyó mucho en el estilo americano, que crearon un tipo de llamas muy parecidas pero más sintéticas y organizadas con un patrón de repetición y con un degradado desde amarillo a rojo. Estas llamas tipo “custom” sobrepasaron los límites de la piel y pueden verse decorando multitud de elementos, en especial carrocerías de automóviles.

El elemento fuego atribuye habitualmente cualidades como el valor, el coraje y la fuerza. También puede representar la pasión en cualquiera de sus variantes.


Por último, el viento es el cuarto elemento restante. El aire se representa en el “Wabori” de manera muy similar al agua. Usa las mismas líneas en negativo solo que en lugar de crestas de agua pueden representarse nubes. En ocasiones también encontramos rayos, aunque no son demasiado habituales. Las nubes suelen ser muy simples y esquemáticas, basadas en semicírculos unidos antes de tocar las líneas de dirección del fondo, y con un gris más claro.

 

Máscaras japonesas con viento, nubes y sol naciente

 

El viento simboliza la fuerza, aunque también puede simbolizar lo efímero de las posesiones terrenales, luego también pueden asociársele virtudes como la austeridad o la generosidad.


Dentro de la simbología de las figuras utilizadas en el tatuaje “Wabori” las dos materias más ricas son los peces y los dragones.

 

 

Los peces son símbolo de abundancia, salud y suerte. Los peces más representados son los Koi (carpas), que simbolizan la fuerza masculina, firmeza y éxito en la vida. Si se ubican dos carpas juntas se está representando un matrimonio feliz con mucha descendencia y larga vida.

 

Ejemplos de tatuaje japonés para brazo

 

Los dragones orientales tienen una imagen muy diferente a los occidentales no solo en aspecto sino también conceptualmente. Son criaturas divinizadas, inteligentes y de buena voluntad que representan unidad, felicidad y generosidad. A menudo llevan una perla en la boca o las garras, que simboliza el poder de ascensión a los cielos. El dragón oriental revela su procedencia en función del número de garras que posea en cada mano, incluyendo el pulgar oponible. Los dragones japoneses tienen tres garras en cada pata, los procedentes de Corea e Indonesia poseen cuatro garras y los chinos cinco por pata. También es posible diferenciar el sexo del dragón porque el macho suele llevar un bastón en la cola y la hembra un abanico. Actualmente el detalle tradicional que muestra el sexo del dragón oriental ha caído en bastante desuso.

Dragón con llamas estilo japonésEl dragón japonés es muy similar al chino, salvando el número de garras y la forma ligeramente más parecida a la de una serpiente. Además, entre los dragones chinos son más habituales los voladores. Aparte de los marineros y yakuzas, durante la época del prohibicionismo otro sector al que se asociaban los tatuajes de dragones eran los bomberos, que debido a que los dragones representan también la lucha entre el agua y el fuego, era un tatuaje muy solicitado entre los que se dedicaban a esta actividad.

El dragón de agua se asocia a los atributos de esta, simbolizando la regeneración y vitalidad que produce la lluvia. Se dice que los dragones con su movimiento serpenteante marcan el curso de los ríos hacia el mar, territorio de “Ryujin”, rey de los dragones. Otra diferencia entre el dragón japonés y el chino es que al primero se le asocia al mar y al segundo a la lluvia, debido a que geográficamente los chinos estaban más expuestos a inundaciones y sequías y los japoneses estaban rodeados por el mar. Japón comparte con China la leyenda de que un dragón hembra dio a luz a nueve dragones, cada cual con unas características diferentes para reinar los cielos, mares y ríos. La variante japonesa de estas nueve jerarquías atribuye a los dragones los poderes de volverse invisible y cambiar a voluntad de tamaño. Existe una variedad de dragón japonés, el “Koshi”, cuyo cuerpo cubría ocho colinas y ocho valles, tenía ocho cabezas y ocho colas, y sobre su lomo crecían los árboles. Uno de los dragones más conocidos es el “Tatsu”, descendiente de una variedad china muy antigua de dragones de tres garras. De las tres procedencias de dragones orientales los habitantes de cada país afirman que el origen de este animal divino está en su tierra, y que perdió o ganó garras en el trayecto hacia los otros países.

El dragón coreano no se divide en nueve variantes, sino que está simplificado en tres, el dragón más poderoso y protector del cielo es “Yong”, el segundo es el dragón de los océanos, “Yo”, el cual carece de cuernos y el tercero, “Kyo”, que habita bajo las montañas.

El dragón chino, también conocido como “Lung”, ha sido al igual que el japonés un símbolo imperial. El emperador chino Kao Tsu, de la dinastía Han, dictó una ley por la que solo él podía portar la imagen del sagrado dragón amarillo de cinco garras. Si se encontraba a alguien portando esa imagen era automáticamente condenado a muerte.

Partiendo de la teoría de que el primer dragón pudo ser un cocodrilo gigante, el Crocodylus porosus, que tenía la capacidad de predecir la llegada de la lluvia mediante su habilidad para percibir los cambios de presión atmosférica y la situación geográfica es muy posible que tenga razón el pueblo chino en que el dragón oriental tuvo su origen en su país. Se han encontrado multitud representaciones de dragones en yacimientos arqueológicos por toda China que se remontan hasta el Neolítico en forma de vasijas cerámicas y amuletos de jade de las culturas de Hongshan, Yangshao y Xinglongwa.

 

Serpiente con dragón tatuaje en líneas

 

El dragón oriental posee exactamente 117 capas de escamas, 36 de ellas están cargadas de energía “Yin”, correspondiente al lado femenino, y 81 poseen energía “Yang”, que tiene carácter masculino. Se dice que en los comienzos del imperio chino, en la época de las luchas entre tribus previa a la imposición de un régimen generalizado la tribu dominante usaba como emblema una serpiente, y que cada vez que se sometía a una nueva tribu el animal insignia de esta pasaba a incluirse en el estandarte. Esta es la razón de que los dragones sean siempre descritos como la unión de partes de nueve animales, aunque según la procedencia describan partes de unas u otras criaturas. El dragón oriental posee cuerpo y cola de serpiente, a veces se lo menciona con cola de ballena, el morro es de buey y la nariz de perro, aunque existe otra versión bastante extendida de que posee cara de camello y orejas de toro. Los bigotes son de bagre y la melena de león, las escamas son de carpa u otros peces y las garras de águila. Existen dragones con patas de tigre o sin patas, y ocasionalmente algunos poseen alas de murciélago, aunque para los dragones no son necesarias para volar.

 

 

Según una de las leyendas chinas había principalmente cuatro reyes dragones, cuyos territorios eran respectivamente el del Norte, coincidiendo con el lago Baikal, el del Sur en el mar de China meridional, el del Este en el mar oriental y el del Oeste que correspondería al océano Índico.

Dragon azul en el hombro Aún así, la leyenda de los nueve dragones que comparte con Japón es más conocida. Los nueve dragones son el Rey Dragón, soberano de su especie, “Tianlong”,  el dragón celestial, “Shenlong” el espiritual, “Fucanglong” el guardián de los tesoros. “Dilong” es el señor del inframundo y “Yinglong” el dragón alado. “Jiaolong” es el astado y “Panlong” el dragón enroscado que habita las aguas. Por último está “Huanglong”, el dragón amarillo del río Luo de quien se dice que inventó la escritura. Hay también otros nueve Hijos Dragón, que suelen representarse como ornamentación de elementos arquitectónicos. Estos dragones no siempre tienen la forma de serpiente tradicional, sino que tienen formas variadas (la palabra “dragón” abarca el significado general de “criatura fantástica”). Por ejemplo, el primer hijo, “Bixi”, que tiene forma de tortuga gigante y aparece esculpido en la base de las lápidas. El segundo Hijo Dragón es “Chiwen”, una bestia que aparece en los tejados. Le sigue “Pulao”, pequeño pero bravo dragón que ornamenta las campanas. El cuarto ejemplar se llama “BiŽan”, y es un fornido tigre que suele aparecer en las puertas. El siguiente es “Taotie”, y adorna los cubiertos y utensilios de cocina. “Baxia”, también conocido como “Gongfu” es el sexto Hijo Dragón y aparece esculpido en los puentes de los ríos dado su gusto por el agua. “Yazi” es el más belicista y se muestra en la hoja o la empuñadura de las espadas y dagas. En las lámparas de aceite y quemadores de incienso encontramos un león llamado “Suanni” y por último está “Jiaotu”, con forma de caracola, que se luce en el umbral de la puerta principal de las viviendas.

Hay también dos especies de dragones inferiores, los “Jiao” y los “Li”, que sí tienen un carácter perverso y su traducción del chino también alude a grandes reptiles, especialmente cocodrilos, lo cual respalda la teoría de que el dragón es un descendiente mitológico de este ancestral animal.

 

Tatuaje tigre dugo

 

El tigre es el mayor rival del dragón y es muy común encontrarlo en escenas de lucha contra este tanto en tatuajes como en otro tipo de soportes. Mientras el tigre simboliza la fuerza bruta, el dragón tiene el conocimiento del cuerpo y el movimiento, lo que lo hace superior. Las escenas de lucha entre tigre y dragón son conocidas como dugo.

 

Tatuaje en las espinillas

 

El ave fénix es otro animal muy representado en el tatuaje japonés y oriental en general. Etimológicamente el fénix original viene del flamenco, ave cuyo nombre contiene la palabra “flama”, referente a las llamas por el color de su plumaje adulto debido a la dieta casi exclusiva de camarones. Este color de plumas es fundamental para no extraviarse durante las largas migraciones, aunque las crías son de un color gris ceniza antes de colorar sus plumas, de ahí que se diga que las llamas del fénix renacen de sus cenizas.

Ideas para tatuaje pierna mujerEn Oriente el ave fénix es más similar al pavo real. Esencia de fuego, el fénix al igual que el dragón cuenta con partes de otros animales, poseyendo cabeza de serpiente, mandíbula de golondrina, espalda de tortuga, vientre de trionix, cresta de grulla, pico de gallina y cola de pez. Como vemos, nuevamente se le describe con las partes de nueve animales, dado el carácter de buena fortuna que posee en Oriente el número nueve. También se dice que el fénix guarda semejanza con el cielo, los ojos al sol, la espalda a la luna, las alas al viento, las patas a la tierra y la cola a la distancia. Para los orientales es un ave de buen augurio, la primera de los 360 animales que según ellos tienen plumas y alas. Solamente se posa en su árbol, pese a que pueda desplazarse por todo el universo, y solo se alimenta de bambú. Las plumas del ave fénix son rayadas y multicolores y representan las cinco moralidades. Las rayas de su cabeza simbolizan la virtud, las de las alas la tradición, las rayas traseras la justicia, las delanteras la humanidad y las del vientre la fiabilidad.

El fénix simboliza en general fortuna y suerte. Para los chinos cuando el fénix macho (Feng) vuela en armonía con la hembra (Huang) es símbolo de matrimonio feliz, por lo que es un tema muy popular para la decoración de la habitación matrimonial.

Otro de los elementos más característicos de la simbología oriental es la flor de loto, una especie de nenúfar que también fue sagrado en el antiguo Egipto y aún lo es en la India. Para los budistas es un atributo divino, relacionado con el nacimiento de Buda, que suele representarse sentado sobre un gran loto, y muy habitualmente están presentes en las composiciones de los tatuajes.


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