A mucha gente le preocupa la durabilidad de su tatuaje* a largo plazo, saber cuánto tiempo va a verse perfecto hasta que la piel comience a envejecerlo. Esta es una cuestión difícil de abordar porque hay muchos elementos que influyen directamente en la calidad del resultado y en la conservación y longevidad del tatuaje.
Según el estilo de tatuaje que vayamos a realizar encontraremos ciertas ventajas e inconvenientes por el tipo de pinchado que requiere o las características del pigmento que se aplique. Como norma general cuanto más marcado esté mayor será el tiempo que se conserve en buenas condiciones.
Otra de las condiciones fundamentales son la curación y los cuidados posteriores que ese tatuaje haya tenido. También hay un elemento genético determinante, unas pieles se mantienen mejor que otras.
FUNCIONAMIENTO DE LA PIEL.
El fenómeno que se produce para que un tatuaje se quede de forma permanente consiste en la pigmentación de la capa basal, que es la capa más profunda de la epidermis. La función del estrato basal o germinal es la de producir las células de la epidermis.
Estas células envejecen y mueren en su transcurso por el resto de las capas de la epidermis (basal, espinal, granular, translúcida y córnea), de manera que en la capa basal las células epiteliales son recién nacidas (aunque de pleno tamaño y robustez) y en la córnea serían células ancianas o muertas que se desprenden por el roce o la acción ambiental.
Normalmente este fenómeno sucede a nivel microscópico y no advertimos su existencia, salvo cuando tenemos la piel escamada por falta de hidratación o recién quemada por el sol cuando mudamos la piel.
Para preservar la salud dermal es imprescindible la hidratación y la protección solar. Esto prolonga la vida de las células de la piel y la mantienen firme y consistente, por lo que el fenómeno de dispersión de partículas pigmentarias (lo que hace que el tatuaje se vaya comenzando a estropear) se ralentiza.
También la curación de una herida o un tatuaje ralentizan que esa zona de la piel recupere su grosor natural para considerarse sana, por lo que los cuidados durante los dos primeros meses son cruciales para que la tinta se asiente bien. Limpieza, hidratación y protección son las claves para ello.
La piel es el órgano más grande del cuerpo, y cumple la función de protección e interviene en la función de relación mediante el sentido del tacto. El efecto de renovación cutánea* conlleva que las células al ir pasando a capas más superficiales de la epidermis arrastren partículas de pigmento hacia fuera, desagrupándolas y con el tiempo expusándolas.
De esta forma, el pigmento que esté más compacto y saturado* con el color* más oscuro resiste más el paso del tiempo que sombreados claros o líneas de sombras y colores muy claros o poco saturados.
¿QUÉ TATUAJES DURAN MÁS TIEMPO?
En mi opinión no debería tenerse demasiado en cuenta este factor a la hora de decidir qué tatuarnos. Si nos gusta un estilo la menor longevidad no tiene que ser un condicionante, incluso considero que es bonito que nuestro tatuaje envejezca con nosotros, cuanto más envejecido más historias demuestra haber vivido con nosotros, si está bien hecho aunque se note el paso de los años seguirá siendo atractivo.
Si con los años el tatuaje pierde mucho color o nitidez siempre tenemos la opción de darle un repaso con los años para que vuelva a brillar como el primer día.
A continuación tratamos algunas de las variables que más influyen en que un tatuaje se ponga viejo o estropeado.
LA ZONA DEL CUERPO
Hay zonas del cuerpo donde la vida del tatuaje es más corta y sitios donde es más longeva.
Las zonas más alejadas del corazón reciben menos presión sanguínea, y por lo tanto las células reciben menor oxigenación y hay mayor porcentaje de sequedad en las manos y las piernas que en los brazos o el torso.
Esta sequedad no beneficia la conservación del tatuaje. Para mantener en las mejores condiciones los tatuajes en estas zonas más secas es conveniente la hidratación periódica, adoptar la rutina de echarse crema por ejemplo después de la ducha.
También en la piel de algunas zonas hay casos especiales en los que encontramos mayor o menor grosor de epidermis.
En las palmas de las manos y las plantas de los pies la epidermis puede llegar a tener 1,5 milímetros de grosor. Además, el perfil de estas zonas es irregular debido a las huellas dactilares y tiene mayor tendencia al encallecimiento.
En este tipo de piel la tinta no coge como debe, se distienden mucho las líneas, el pigmento se elimina rápidamente (una gran parte tras la propia curación) y tiene mayor tendencia a que la pigmentación negra azule. La piel de estas zonas tienen una curación más rápida que en el resto del cuerpo (excepto en la mucosa del interior de la boca) debido a que se producen un mayor número de células dérmicas por la mayor superficie de piel que tienen los pliegues dactilares. Esto hace que el pigmento se disemine con mayor facilidad a lo largo de las capas superiores de la epidermis desdibujando un intento de aplicación artística de un tatuaje.
En esta zona puede meterse tinta, pero poco más que relleno para casos especiales como el de Lucky Diamond Rich, que ostenta el récord de mayor porcentaje del cuerpo tatuado, pero a la larga la piel de las palmas y plantas expulsan el pigmento con relativa facilidad.
La piel de los alrededores de estas partes tampoco es una zona muy apta para la aceptación de la tinta, en especial la parte baja del pie y los dedos. Pese a haber hecho trabajos con resultados satisfactorios en los dedos de la mano no suelo coger trabajos en esta zona del cuerpo, ya que la tinta en esa zona tiende más a azular y también tiende a diseminarse con mayor velocidad, por lo que las líneas en pocos años e incluso meses pueden ser solo un borrón en el dedo, a no ser que fuera un diseño muy esquemático.
Los dedos de la mano son también un sitio muy visible y llamativo, por lo que cuando se estropea un tatuaje ahí es el prestigio y la reputación del tatuador la que están en juego, por lo que en la mayoría de estudios profesionales habitualmente no se aceptan trabajos de tatuajes en los dedos al público general.
También la piel de la cara ocurre este fenómeno de distensión y posible ligero azulamiento en menor medida, por lo que tampoco suelen aceptarse normalmente tatuajes faciales.
En el resto del cuerpo los pliegues de las articulaciones son los que mayores problemas de acabado y mantenimiento pueden dar, especialmente rodillas y codos, ya que la piel no está tan tensa debido a que tiene que adaptarse a las distintas posiciones del cuerpo abarcando un gran ángulo de flexión. Las articulaciones de hombros y caderas tienen una movilidad de tipo circular, por lo que el tono de la piel apenas se ve afectado.
En los tobillos y muñecas la piel se ve afectada por la sequedad, la movilidad y la proximidad a la zona plantar y palmar, luego también son partes que se estropean antes con el tiempo aparte de la peor aceptación inicial del tatuaje.
En las zonas donde más radiación solar absorbemos cotidianamente como la parte superior de los antebrazos o los hombros la aceptación de la tinta es buena, pero la conservación se ve afectada por el exceso de luz solar que recibe aunque no estemos tomando expresamente el sol, por lo que con los años aclaran algo más deprisa.
En la segunda parte de esta publicación veremos qué tatuajes duran más tiempo en función del tipo de línea, relleno, color o sombreado.
VER SEGUNDA PARTE
INDICE DE PUBLICACIONES
GALERÍA DE TRABAJOS
*(Palabras incluidas en el Glosario)