Una vez más volvemos con los recopilatorios de tatuajes de este estudio de Granada. En esta ocasión proponemos la novena entrega de los tatuajes más destacados realizados durante el año 2013.
Comenzamos con un ángel tatuado en una zona bastante comprometida, ya que la piel del costado, además de ser bastante dolorosa es poco firme para introducir mucho detalle como son las plumas de las alas o los motivos ornamentales que la acompañan.
La forma de acompañar los músculos pectoral y dorsal con las alas es muy sugerente, ya que su forma curva se adapta a la perfección a la anatomía del coleccionista.
Este año fue en el que hice la reforma del estudio de Granada, y algunos de los bocetos en papel llegaron al estudio de Almuñécar, por ejemplo el de este pulpo biomecánico.
Fue visto por un cliente habitual de Almuñécar y, pese a que sabía que ya lo había pintado en la pared del estudio insistió en tatuarselo en el gemelo.
No son pocos los usuarios del tatuaje que dedican un homenaje a su mejor amigo en su cuerpo.
En ocasiones es la huella de su pata o su nombre, pero también están a la orden del día trabajos mucho más elaborados como este retrato de perro tatuado en la espalda de su amo.
Para muchas personas, sobre todo las que están solas, su mascota puede ser el ser vivo más importante de su vida. Les dan compañía, amor incondicional, protección, seguridad, juego y compromiso, no es de extrañar que se les pueda querer hasta el punto de retratárselos en la piel.
Lo complicado de este otro retrato perruno es el tamaño del tatuaje, ya que está realizado en la muñeca de una chica, por lo que es muy pequeño y está tatuado con mucho mimo.
En ocasiones la gente confunde el tamaño del tatuaje con su dificultad, y no es así. Evidentemente un tatuaje grande o con mucho detalle requiere mucho más trabajo que uno de pequeñas dimensiones, pero en los pequeños trabajos hay que ser más preciso, y hay mucho menos margen de error.
Por esto me llaman la atención las personas que en función del tamaño del tatuaje que se quieran hacer van a un estudio profesional o a una casa de alguien que está empezando (que todos hemos empezado así, incluído yo).
Al ser de pequeño tamaño y de realización mucho más rápida parece que piensen que lo puede hacer cualquiera, así que suelen optar por el más barato, que suele ser alguien que está empezando.
De esta forma los nuevos miembros del gremio pueden ir cogiendo práctica, y si no les sale bien siempre pueden ir a un estudio a arreglárselo, si se puede, ya que bastantes de ellos son en dedos o demasiado derca de las palmas de las manos o de las plantas de los pies, lo que imposibilita el tapado y posiblemente el arreglo.
Dada la progresiva masificación del tatuaje y la aceptación social por no hablar de las modas hoy en día hay una enorme cantidad de gente que quiere dedicarse a este oficio, y entre los cuales están los futuros mejores tatuadores del mundo.
El mundo del tatuaje ha sido tradicionalmente muy inaccesible. A no ser que se tenga la suerte de que lo acepten en un estudio como aprendiz, el tatuador principiante generalmente suele encontrar muchos muros a la hora de aprender.
Hoy en día con la globalización estos muros son bastante más fáciles de sortear, pero lo que de verdad tiene que aprender antes que nada si se quiere ir en serio con este trabajo son las medidas de higiene y seguridad.
Trabaje de forma legal o no, el tatuador tiene una enorme responsabilidad con la salud de su cliente, luego si se quiere ser profesional lo primero que tiene que tener en cuenta es sacarse el permiso higiénico sanitario homologado, con el que se entiende que sabe todo lo que debe hacer para garantizar la seguridad del cliente y que lo pone en práctica.
Desgraciadamente muchos buenos tatuadores se quedan en paro o tienen que cerrar sus negocios en nuestro país. Los que de verdad se implican con el arte del tatuaje vamos a ser tatuadores hasta que nos muramos, ni siquiera nos plantearíamos dejarlo. No es una vocación que pueda ser pasajera, requiere un alto grado de implicación.
Es por esto que también hay profesionales tatuando en las casas de España, no es un país que nos lo ponga excesivamente fácil a los autónomos y el que es tatuador es tatuador, pero si optáis por acudir a un tatuador clandestino es mejor si habéis visto previamente las instalaciones en las que trabaja y os han inspirado confianza.
Una vez que nos fiemos de no poner en riesgo nuestra salud toca echar un vistazo a los trabajos que haya realizado, para ver si la calidad artística es lo suficientemente buena como para cederle una parte de nuestro cuerpo para que trabaje.
Y esto ha sido todo por hoy. Gracias por vuestro tiempo, espero que esta recopilación haya sido de vuestro agrado y que sigan pasando un feliz verano.
Hasta pronto.